antilogía de fabulaciones

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MARÍA CLAUDIA VILLARREAL


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ÉXTASIS DE UNA CALLE



Hoy es noche de enigmas. ¿Se animan a entrar por unos minutos al mundo de los acertijos, de jugar un ratito, de jugar a adivinar? Bueno, la historia que les voy a contar tiene algo de misterio, diría tiene que ver con un enigma que sucedió en una calle de una ciudad vieja, de una ciudad empedrada de sueños, de columnas y de arcos… y a propósito de enigmas entonces, los invito a escuchar un poema del genial Nicolás Guillen que, curiosamente, se titula “Adivinanzas”

ADIVINANZAS

En los dientes, la mañana,
 y la noche en el pellejo.
¿Quién será, quién no será?

-El negro.

Con ser hembra y no ser bella,
harás lo que ella te mande.
¿Quién será, quién no será?

-El hambre.

Esclava de los esclavos,
y con los dueños, tirana.
¿Quién será, quién no será?

-La caña.

Escándalo de una mano
que nunca ignora a la otra.
¿Quién será, quién no será?

-La limosna.

Un hombre que está llorando
con la risa que aprendió.
¿Quién será, quién no será?

- Yo / una mujer que no estaba llorando, pero también una mujer que a veces no recuerda la risa que aprendió, caminaba un día entre las calles de una ciudad desconocida que ya casi estaba anocheciendo… Queriéndola vivir toda entera, en sus rincones, en sus parques, en sus luces y en sus sombras -porque también hay sombras- empezó en un momento a aminorar sus pasos…un murmullo negro, mulato, de risas rimando, iba ganando el aire de la calle. La mujer no retrocedió, y dejó llevarse por la rareza. ¿Quién será, quién no será? Debía saber esa mujer qué hacía ese puñado de seis o siete perfiles menudos en una calleja desalumbrada en la que no pasaban autos, sentados algunos en el cordón, otros de pie alrededor de algo, de algo que no podía ver…

A decir verdad, aquella mujer también desconfiaba un poco… volvieron a su mente antiguas recomendaciones de su madre: “No te subas nunca a autos de desconocidos”, “no vayas por calles oscuras”, “la noche es peligrosa”. Pero la mujer ya había dejado de ser una niña, nunca había temido a la noche y además le seguían gustando las historias de enigmas.

Revoloteadora desde el vientre, enredada a la magia, de pie sobre ningún centímetro de pertenencia sintió que las respuestas le respiraban cerca… entonces, mansamente, hurgando en la penumbra terminó en unos pocos pasos haciendo un viaje que le devolvió la esperanza.

En su escondido recoveco
un tablero cuadriculado
en blanco y negro
demoraba a los jugadores
en un plácido ámbito en que dos colores,
más que odiarse (y disculpe don Jorge Luis)
se manifestaban 
como incentivándose amorosamente

parecía que le estaban dando a la noche, sin saberlo, otro valor, un sentido diferente al impuesto por las reglas del juego de ajedrez…
Aquellos jóvenes fantasmales se apropiaron de un pedazo de calle, de la severa literalidad de la calle en la hora fronteriza. Y esa mujer, única testigo de aquel momento lleno de misterio, atravesada por el asombro, participó de un horizonte extranjero con su cuerpo por la presencia corporizada de otros, y no pudo menos que reconocerse.

¿Se trataría entonces de una invitación para salir a jugar? Y si así era ¿adónde estaba puerta de la luz?

No, no es cierto que es en París donde enciende en signo la vigilia. Fue necesario agujerear el aire 6826 veces, que es lo mismo que decir quince cortos pasitos sobre una calle empedrada de la ciudad de las columnas la noche de un año largo que se tenía que ir...

Allí, en la calle liminal encontré el desvío/ de mí, de mi vacío saturado de pesares, del incrustado reflujo amargo del desencanto… un descuido, quizás… y fui asaltada, rescatada y resucitada… por un soplo de ternura.





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COMPAÑÍAdeÁNIMAS
FENÓMENOS CULTURALES
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